sábado, 30 de mayo de 2020

Completando 20 años después una cola de gliptodonte.





En historias curiosas dentro del ámbito de las ciencias naturales, como esta. Dos décadas después de la extracción de una cola de gliptodonte, un vecino se acerca a traernos un fragmento que completaba el tubo caudal de una especie extinta.

En el año 1998, Daniel Boh y Mariano Magnussen (por entonces encargado del museo y colaborador respectivamente) lograron extraer una cola completa de un gliptodonte del genero Neosclerocalyptus. Lamentablemente al tubo caudal le faltaba el extremo.

La pieza de gran valor paleontológico fue exhibida desde entonces en el anterior museo municipal. Hasta que el año pasado, se acercó el Sr. Perata, vecino de nuestra ciudad, junto a su esposa y dijo que había colectado un fragmento fósil en las inmediaciones del Arroyo El Chocori, en la misma zona donde habíamos recuperado la cola que ahora se expone en el  Museo de Ciencias Naturales de Miramar.

Fue así que Daniel Boh relaciona el fragmento con el faltante. Abrió la vitrina y las partes coincidían perfectamente. En las fotos que acompañan el texto, se puede ver el fragmento traído por el Sr Peralta, y como se veía antes y posteriormente el tubo de la cola.

Neosclerocalytus fue la más pequeña de todas las especies de los Glyptodontidos que habitaron en América del Sur. Tenía un caparazón alargado y bajo, con placas fáciles de identificar por el predominio en su diseño de la figura central sobre las periféricas.
Su cabeza estaba protegida por un escudete óseo y su cola recubierta por cuatro anillos móviles y un tuvo largo y cilíndrico, capas de ser usado como arma. 

A diferencia de otros Glyptodontidos, este tiene unas extremidades muy delgadas y cortas. Su alimentación estaba formada por vegetación baja de la llanura pampeana. Su peso fue de unos 250 a 300 kilogramos y tuvo unos 2 metros de largo.


jueves, 28 de mayo de 2020

Phugatherium novum, un carpincho prehistórico de gran tamaño hallado en Miramar.



En la actualidad, el carpincho es el roedor de mayor tamaño en nuestras lagunas y arroyos, pero hace más de 3 millones de años durante el Plioceno en nuestra zona  vivió Phugatherium novum, un carpincho más grande y de patas largas. En el Museo de Ciencias Naturales de Miramar hemos coleccionado numerosas muestras de estos animales.

Phugatherium es una versión primitiva de los actuales carpinchos o capibaras pero de tamaño mayor, con una talla comparable a la de un tapir asiático. Su cráneo refleja un rostro alargado y estrecho. Sus primeros restos corresponden al Mioceno, hace 9 millones de años, hasta el Plioceno, hace 3 millones de años.

La longitud del cráneo es la doble a la atribuida al carpincho, superando fácilmente los 50 centímetros. Su fémur y humero, guardan la misma relación en su longitud con el género actual, pero el cubito, radio, tibia, peroné y demás huesos, son mucho más desarrollados y largos que estos, por lo cual Phugatherium parecía un carpincho de patas largas, lo que morfológicamente concuerda con mamíferos corredores.

Su dentición está conformada como la de otros roedores, con incisivos desarrollados y largos, y una serie molariforme laminada. Su alimentación estaría basada principalmente de vegetales que crecían en las inmediaciones de zonas pantanosas, pero algunos Paleontólogos descartan la posibilidad de que este tuviera hábitos anfibios.


martes, 26 de mayo de 2020

Conozcamos la escultura del marsupial Thylacosmilus.



El Museo de Ciencias Naturales tiene miles de historias por contar. Hoy hablaremos del marsupial dientes de sable, conocido científicamente como Thylacosmilus atrox, del Terciario bonaerense.

La Fundación Azara le encargo a la paleoartista  Alejandra Gabriela Monteverde varios trabajos para nuestro museo, inaugurado el 20 de septiembre de 2019. Ya vimos anteriormente el ave del terror, pero las otras las veremos más adelante.

Este marsupial extinto realizado en escala natural, posee una estructura metálica que le confiere resistencia, los volúmenes también los trabajo con poliestireno expandido (telgopor) y poliuretano, las cubrió con enduido y cola vinílica  luego  lo texturo como si fueran pelos. También se utilizó masilla epoxi artesano y algunas partes con porcelana fría. Los ojos son de cristal,  y  finalmente se le aplico pinturas resistentes. Una verdadera atracción, que el público al ingresar al Museo miramarense, se la encuentra de frente, junto al ave de terror. Una curiosidad de esta escultura, son las dos crías que asoman del marsupio.

El Thylacosmilus atrox o “marsupial dientes de sable”., fueron marsupiales se caracterizan por su forma de reproducción, ya que las hembras dan a luz a pequeños embriones que terminan su desarrollo dentro de una bolsa externa con mamas, como los canguros de Australia y las zarigüeyas Sudamericanas. Tenían largos colmillos que recuerdan al famoso tigre dientes de sable (smilodon) pero sin parentesco.

Te invitamos a conocerla en el Museo de Ciencias Naturales de Miramar. Mas info www.museodemiramar.com.ar

lunes, 25 de mayo de 2020

Hallazgos de fósiles en la época colonial.

Mientras el pueblo quería “saber de qué se trata” el 25 de mayo de 1810, se aproximaba la Revolución de Mayo, ya en la Buenos Aires colonial, se deslumbraban los primeros hallazgos paleontológicos de grandes criaturas milenarias. Compartimos un interesante artículo de Ricardo Pasquali y Eduardo Tonni.

Seguir leyendo en http://www.grupopaleo.com.ar/paleoargentina/notas09.htm

domingo, 24 de mayo de 2020

Paedotherium, el más pequeño de los ungulados sudamericanos extintos.



El Museo de Ciencias Naturales de Miramar resguarda decenas de restos fósiles de esta rara y pequeña criatura, que vivió hace algo más de tres millones de años. Este ejemplar fue encontrado en Miramar por Mariano Magnussen,, y se encuentra exhibido en nuestro museo, y su fotografía fue publicada en varios libros y publicaciones cientificas. La ilustración, es de Daniel Boh.

El Paedotherium fue el representante más pequeño de un grupo muy abundante. Sus dimensiones y aspecto en vida recuerdan a la liebre patagónica o mara (Dolichotis australis).

Su cráneo era corto y robusto con una cierta semejanza a los de un roedor e incisivos muy prominentes de crecimiento continuo y cincelados pero cortos.

Presenta orbitas grandes señalando posibles hábitos crepusculares o nocturnos, y aparato auditivo muy desarrollado, lo que permite inferir posibles hábitos terrestres y subterráneos. Miembros delanteros digitígrados, mientras los posteriores son más lagos y plantígrados.

Se alimentaban de vegetales duros y es muy probable que vivieran en madrigueras, las cuales excavaban ellos mismos. Fue una especie muy exitosa que vivió desde el Mioceno hasta el Pleistoceno inferior es decir, de 6 a 2 millones de años atrás.

Su extinción está asociada a cambios ambientales que afectaron dramáticamente su población. Es una de las especies de notoungulados mejor conocidas en la región pampeana por la abundancia de sus fósiles.


viernes, 22 de mayo de 2020

El origen de los Camélidos fósiles y actuales de América del Sur.


Los camélidos son una familia de mamíferos artiodáctilos. Actualmente representados en América del Sur, habitando desde las alturas andinas hasta Tierra del Fuego y el Chaco. Uno de los grandes camélidos que se adaptaron a las condiciones sudamericanas fue Hemiauchenia paradoxa, de gran tamaño y totalmente extinto, cuyos fósiles fueron recuperados por personal del Museo de Ciencias Naturales de Miramar.
Ver nota completa enhttp://www.museodemiramar.com.ar/museodemiramar/naturales/naturales02.htm

martes, 19 de mayo de 2020

Conoce nuestros fósiles de “La Era del Hielo” hallados en Miramar.


En el Museo habíamos desarrollado una interesante y peculiar muestra paleontológica que comparaba a los personajes de la gran pantalla, con las criaturas prehistóricas de nuestra región, o al menos,  sus equivalentes ecológicos. Te invitamos a leer una interesante nota en donde la realidad supera la ficción.


lunes, 18 de mayo de 2020

18 de Mayo. Día Internacional de los Museos



Cada año desde 1977, el ICOM organiza el Día Internacional de los Museos, un momento excepcional para la comunidad museística internacional.

El objetivo del Día Internacional de los Museos (DIM) es concienciar sobre el hecho de que los museos son un importante medio para el intercambio cultural, el enriquecimiento de las culturas, así como para el desarrollo de la comprensión mutua, de la colaboración y de la paz entre los pueblos. Organizados cada 18 de mayo o alrededor de esa fecha desde hace más de 40 años, los eventos y actividades planeados para celebrar el DIM pueden durar un día, un fin de semana o incluso toda la semana. Cada vez son más los museos por todo el mundo que participan en esta celebración mundial: el año pasado fueron 37.000 museos los que tomaron parte en el evento en 158 países y territorios.

El Día Internacional de los Museos 2020 se conmemorara bajo el lema “Museos por la igualdad: diversidad e inclusión”. Empoderar la diversidad y la inclusión en nuestras instituciones culturales.

Con el tema “Museos por la igualdad: diversidad e inclusión”, el Día Internacional de los Museos 2020 tiene como objetivo convertirse en un punto de encuentro para celebrar la diversidad de perspectivas que conforman las comunidades y el personal de los museos, así como promover herramientas para identificar y superar los prejuicios en lo que los museos muestran y en las historias que cuentan.

Este año tan especial para la humanidad, el festejo y la propuesta es prácticamente virtual. En nuestro caso invitamos recorrer el sitio web, ver paseos virtuales y secciones especiales dedicadas a la familia.



domingo, 17 de mayo de 2020

Felipeda miramarensis y el Museo de Miramar reflejado por estudiantes Europeos.



Felipeda miramarensis y el Museo de Miramar reflejado por estudiantes Europeos.
Un grupo de estudiantes avanzados en Artes Visuales y Diseño de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Barcelona, realizaron una visita en noviembre del año anterior.

En un recorrido guiado, se sorprendieron  del Museo de Ciencias Naturales de Miramar, y le contamos como se originó el mismo, y como se dieron las nuevas instalaciones. En minutos, descargaron parte del equipo de filmación y decidieron realizar varias tomas en el museo, y prácticamente repetir el recorrido, interesados en el área paleontológica y sobre todo, el hallazgo de Felipeda miramarensis, nuestro dientes de sable.

Luego de tres horas, siguieron su viaje “al fin del mundo”, su objetivo final. Se comunicaron hace unos días, para contarnos que este y otros proyectos siguen en marcha, y por los problemas de público conocimiento en Europa, vienen muy atrasadas las ediciones, pero cuando estén serán publicados en plataformas digitales de la institución y públicas.

El equipo de cinco jóvenes estaba conformado por dos españoles, un italiano, un francés y una rumana. Se pasó un lindo momento a pesar de las improvisaciones. Además recordamos que en septiembre en pleno montaje para inaugurar el museo, se acercó una productora chilena con el mismo fin.


sábado, 16 de mayo de 2020

Evidencia de una enfermedad ósea en fósil de perezoso gigante extinto.





Algunos animales del pasado tuvieron las mismas enfermedades que padecen los animales actuales (incluyendo al hombre), y la evidencia se encuentra en sus restos fósiles. En este caso, una vértebra caudal patológica con infección inespecífica (reacción de filigrana ósea) en la placa vertebral anterior, posterior y laterales de un Mylodontidae, posiblemente Scelidotherium, un perezoso gigante del Pleistoceno, unos 200 mil años antes del presente. El hallazgo fue realizado en la vecina localidad de Mar del Sud, por Daniel Tassara, que forma parte del equipo del Museo de Ciencias Naturales Pachamama en Santa Clara del Mar, y gentilmente la acercó a nuestro museo.

La Paleopatología es la disciplina científica que estudia las enfermedades padecidas por personas o animales en la antigüedad, a través de vestigios hallados en los huesos, restos orgánicos e inmediaciones donde se hallan dichos restos. En el Museo de Ciencias Naturales de Miramar tenemos varios animales que presentan distintas problemáticas, que iremos identificando de a poco.

Asimismo, las enfermedades y los traumas se consideran también como factores que pueden afectar el desarrollo óptimo de estas poblaciones. Los marcadores de actividad se definen como cambios de la arquitectura interna y/o externa del hueso, que se desarrollan bajo condiciones de estrés continuado y prolongado derivado de la realización de actividades habituales. La información que aporta el estudio de estos marcadores se proyecta tanto a nivel individual como colectivo.


viernes, 15 de mayo de 2020

Vereda para discapacitados en el Museo de Ciencias Naturales de Miramar.




Justo un día antes del inicio de la cuarentena se terminó el sendero de cemento hacia el edificio del museo. Para personas con discapacidad será útil en su desplazamiento. Muchas gracias a Ramón Leguizamón y su gente por la rapidez en el proyecto, el cual se hizo con recursos propios y colaboración municipal. También el ingreso tiene una leve rampa y todo el recorrido de exhibición se encuentra en el mismo nivel, tiene un baño para personas con discapacidad. (Fuente Facebook Museo de Ciencias Naturales de Miramar).

Mas info www.museodemiramar.com.ar 

jueves, 14 de mayo de 2020

El Neosclerocalyptus del PaleoArtista Miguel Ángel Lugo, de Arte Yaguaron.




Es otro de los paleoartistas que trabajaron por medio de la Fundación Azara para el Museo de Ciencias Naturales de Miramar. En este caso, mostraremos la reproducción del Gliptodonte Neosclerocalyptus, que se encuentra en la sala número cinco de nuestro museo, dedicada a Xenarthros fósiles.

Los animales a escala fueron trabajados paulatinamente, haciendo primero una estructura de hierro o alambre, agregándole el volumen o forma con telgopor de alta densidad.  Reposado sobre una base de madera, empezando por la cabeza, por lo cual, tallo en el telgopor el cráneo a escala del animal, y de ahí le da los detalles con masilla epoxi parcet.

Le agrega dicha cabeza, y recubre el resto del cuerpo con más masilla, sin olvidar de modelar pelos y músculos con herramientas de odontología.  Luego se concentra en manos, patas y garras. Una vez seco le da una base con pintura acrílica, preferentemente colores oscuros y lo fue aclarándolo con colores más claros con el aerógrafo.

A cada una de las figuras le hizo una forma única de base que lo personalizo, con un suelo y algunos arbustos etc.

Que es un Neosclerocalyptus? Fue la más pequeña de todas las especies de los Glyptodontes que habitaron en América del Sur. Tenía un caparazón alargado y bajo, con placas fáciles de identificar por el predominio en su diseño de la figura central sobre las periféricas. Su cabeza estaba protegida por un escudete óseo y su cola recubierta por cuatro anillos móviles y un tuvo largo y cilíndrico, capas de ser usado como arma. Su alimentación estaba formada por vegetación baja de la llanura pampeana. Su peso fue de unos 250 a 300 kilogramos. 


miércoles, 13 de mayo de 2020

Metamorfosis de la sala de Biodiversidad Marina en el Museo de Ciencias Naturales de Miramar.


Siguiendo con “historias y momentos que merecen ser contados”, sobre como en unos meses se puso en valor el edificio destinado al Museo de Ciencias Naturales de Miramar, ahora les mostrábamos cuatro imágenes de la misma ala de lo que hoy conforma la sala de biodiversidad marina. 

Desde la primera foto que en tiempo real nos pareció aterradora, a su resultado final, en donde se muestra la excelencia obtenido con el apoyo fundamental de la Fundación Azara y la decisión del Municipio de General Alvarado en llevar adelante este proyecto,  con el trabajo incondicional de unas 60 personas, tenemos este hermoso espacio.

Si bien la temática de esta página de Facebook es contar y divulgar nuestra “Miramar Prehistórica”, sin dudas este y otros espacios de nuestra institución merecen ser mostrados. Igualmente en esta sala, en forma de introducción, se exhibe restos fósiles de ballenas.


martes, 12 de mayo de 2020

Presencia de restos paleobotánicos en sedimentos de Centinela del Mar.


Como ya hemos explicado antes, las posibilidades de conservación de restos vegetales en sitios paleontológicos es muy extraña, aunque a veces es posible encontrar pruebas de su actividad. En esta ocasión, hemos tomado una imagen del Facebook de “Proyecto de Reserva Natural Centinela del Mar”, donde se ha observa la estructura rizolito, una antigua raíz del Pleistoceno, unos 50 mil años antes del presente.

El termino rizolito describe aquella roca cuyos rasgos estructurales, texturales y origen son el resultado total o mayoritariamente de la actividad de una antigua planta. Estas trazas de raíces son de variable morfología y concentraciones.

Es menos habitual el hallazgo de restos fósiles de vegetales, ya que las plantas están conformadas principalmente por celulosa, sustancia que se descompone fácilmente en condiciones normales. Los moldes se forman durante la vida de la planta cuando las bacterias y otros organismos del suelo acumulan minerales sobre las paredes de la raíz como producto de su actividad metabólica.

Al morir el vegetal y desintegrarse sus partes orgánicas, estas paredes revestidas de minerales se rellenan de sedimento preservando la forma que tuvo la raíz de la planta originalmente. Los rizolitos también pueden estar asociados a otras formaciones radiculares intrasedimentarias, como rizotubulos y rizoconcreciones.

En el Museo de Ciencias Naturales de Miramar venimos trabajando hace unos años en la colección de estos materiales.


lunes, 11 de mayo de 2020

Reconstruyendo un esqueleto a partir de un puñado de restos.





Siguiendo con las publicaciones, para reconocer los trabajos de paleoarte, en esta ocasión mostraremos el esqueleto de Thylacosmilus, siendo el Museo de Ciencias naturales de Miramar, el segundo institución del mundo que exhibe una recreación de cómo sería el esqueleto de este animal, del cual solo se lo conoce por unos pocos restos.

El Thylacosmilus, es el marsupial dientes de sable (anterior y sin parentesco con el Smilodon o tigre dientes de sable), su parecidos se debe a un  fenómeno biogeográfico, llamado convergencia adaptativa o evolución paralela. Es cuando dos especies o más evolucionan y se adaptan al medio más allá del tiempo geológico, ubicación geográfica entre otras, logrando un gran parecido entre ellos.

En 2013, Mariano Magnussen, que se desempeñaba en el anterior Museo Municipal y en la actualidad en el Laboratorio Paleontológico del Museo De Ciencias Naturales de Miramar, trabajo en preparar  y completar todo el esqueleto de este animal, a partir de un cráneo parcial ya conocido en el ambiente científico.

La idea surgió a partir de un espacio libre en el  anterior museo. Primero se pensaba hacer con un esqueleto de Typotherium, del cual se conoce mucho de este animal y en el museo tenemos varios restos, pero creíamos que iba ser poco llamativo, ya que se parecería a una oveja (aunque está muy lejos de serla), y ahí apareció la idea de hacer el marsupial dientes de sable.

Si bien no se conoce casi nada del esqueleto de este animal, se lo comparo con otros marsupiales fósiles, extintos y vivientes para tener cierta orientación.  Se hicieron moldes de reestructuras óseas y luego se le dio forma final. Se trabajó hueso por hueso en cada detalle y se mejoró el cráneo dándole la apariencia real.

Luego, se lo coloco en una estructura preparada para simular los sitios locales donde por lo general se los encuentra naturalmente. La forma quedo adaptada al espacio de la vitrina anterior donde estaba exhibido. Creemos que se logró el objetivo y fue ampliamente muy bien recibido en la comunidad científica nacional y extranjera. 

Tanto fue así que durante 2014 se lo presento en las Jornadas Argentinas de Paleontológica de Vertebrados,  llevadas a cabo en Neuquén, y luego hasta 2015 el Museo de Ciencias Naturales de la Fundación Argentavis lo utilizo educativamente en varios sitios.

Posteriormente volvió al museo municipal  y fue elogiado por los integrantes de la Fundación Azara para ser presentado en la nueva institución inaugurada el 20 de septiembre de 2019, en la cual, este material recibió buenas críticas por los científicos que asistieron al evento. Unos meses antes, el Smithsonian Institute, lo utilizo en un nuevo libro de divulgación científica, para ilustrar el proceso de fosilización.

Fue el primer trabajo de paleoarte par Mariano Magnussen. Un trabajo realizado a bajo costo por falta de recursos, con un sorprendente trabajo. La ilustración que acompaña esta nota fue obtenida de internet sin especificar autor.


sábado, 9 de mayo de 2020

Hace 15 años recuperamos un gigante prehistórico en el vivero de Miramar.





Se cumple exactamente 15 años del hallazgo y extracción de un Gliptodonte en el bosque del  Vivero Dunicola de Miramar, con una antigüedad de 200 mil años antes del presente. El mismo, no es el que se encuentra exhibido en el Museo de Ciencias Naturales, sino una especie similar. Este último está en el depósito de colecciones científicas  junto a centenares de restos fósiles recuperados en la zona.

En la prensa nacional se publicó; Se recuperado un enorme caparazón y otros restos óseos de un Gliptodonte (Glyptodon clavipes), un raro espécimen dentro de los gliptodontidos, con una antigüedad de 500 mil años, anunciaron fuentes del Museo Municipal Punta Hermengo de Miramar, quienes realizaron las tareas de recuperación de los restos fósiles. Los mismos fueron hallados en sedimentos del Pleistoceno del litoral marítimo del Vivero Dunicola Florentino Ameghino, a pocos metros de la avenida costanera. El Gliptodonte tenía 3,5 metros de largo y 1,4 de alto. Su cráneo estaba protegido por una coraza cefálica y su cola con anillos decrecientes y placas con puntas óseas.

Su coraza ósea no tenía anillos móviles (como los actuales armadillos), cuya características es propia de esta familia de mamíferos desaparecidos. El tamaño de este caparazón es de unos 2,5 metros de largo por 2 metros de ancho, cuyas placas engrosadas entre si varían de 1 a 7 centímetros de diámetro, las cuales son fáciles de identificar por su forma de "flor". Su masa estimada en vida era de 1,5 toneladas. Su alimentación estaba compuesta principalmente por el pastoreo de hierbas bajas de zonas abiertas.

Para llegar al fósil, los colaboradores tuvieron que extraer varios metros cúbicos de sedimento durante varias jornadas de arduo trabajo, puesto que el gigantesco animal prehistórico se hallaba en una posición en la que no se podía acceder en forma directa. Así mismo, se tuvo que preparar una estructura desarmable, única y original para levantar el fósil, cuyo peso estimado era algo más de una tonelada.

En la misma participaron miembros de la Asociación de Amigos, como Daniel Boh, Cecilio Bajos, Mariano Magnussen Saffer y Jorge Trusoni, como así también a Gonzalo Auriti, Jonatán Suárez, Melina Cutraro, Sabrina Boh, Ayelen y Tamara Díaz. Destacando la buena voluntad y disposición de la Dirección Servicios y la habilidad de los agentes encargados, especialmente del tractorista, por las difíciles maniobras para retirar el ejemplar y bomberos destacamento forestal del Vivero Dunicola.

viernes, 8 de mayo de 2020

Lorenzo Parodi, el buscador de fósiles de Miramar que genero polémicas científicas a nivel mundial.



Lorenzo Parodi (1857-1932) Inmigrante genovés radicado primero en Necochea y luego en Miramar, donde paso mayor parte su vida. En el año 1913 fue contratado por Ángel Gallardo (1867-1934), director del Museo Nacional de Historia Natural, para realizar trabajos de exploración en la costa atlántica. Descubrió fósiles en las barrancas de Gral. Pueyrredón y Gral. Alvarado, y particularmente en los arroyos Las Brusquitas, Chapadmalal, El Durazno, Ballenera, La Carolina, 

La Tigra, Chocorí, El Pescado, Nutria Mansa, Malacara y El Moro. Recolectaba fósiles en la costa atlántica para Florentino Ameghino y luego siguió trabajando para Carlos Ameghino y Ángel Gallardo, prestando servicios al entonces Museo Nacional de Buenos Aires. Los polémicos hallazgos de Parodi en Miramar que sustentaban las teorías ameghinianas sobre el origen del hombre, llevaron décadas de debates a nivel mundial, algunas resueltas recientemente. 

Parodi, inspiro a varios de sus descendientes, que también tuvieron papeles importantes en la ciencia Argentina. En nuestra zona, Lorenzo recupero centenares de fósiles, y muchos de ellos únicos para la época. Algunas especies fueron bautizadas en su honor.

jueves, 7 de mayo de 2020

Fósil de una enorme ballena en el arroyo Las Totoras.




Hace poco mencionamos el pasado marino y continental del Parque de Los Patricios, ahora en forma similar le toca al arroyo Las Totoras, y para que se ubiquen, es el primer arroyo por ruta 11 en dirección a Mar del Sud.

Un temporal que azotó esta región con gran cantidad de lluvia en 2014, entre otras cosas hizo que los arroyos crecieran en caudales nunca vistos, por lo que erosionaron sus antiguos sedimentos, arrastrándose y permitiendo  entre otros objetos el hallazgo de un resto fosilizado de ballena, y moluscos antiguos.

El mismo fue hallado en inmediaciones del arroyo La Totora, por los vecinos de Miramar, se trata de Sebastián y Fernando Nazar y “Cacho” Cuadrado. El hueso, un húmero de gran tamaño y de coloración oscura, pertenecería a un enorme ejemplar de Ballena que aún estamos evaluando, pudiéndose tratar de un individuo de unos 18 metros, cuya antigüedad estimada por el tipo de sedimento visto, podría pertenecer a un ingreso marino de hace 30 mil años hasta otros de 7 mil años antes del presente, según algunos especialistas, teniendo coincidencia con otros sitios del Partido de General Alvarado y otras zonas de la provincia.

En ese momento el clima era más cálido que en la actualidad por lo que el nivel del mar podría estar por el metro y medio, por encima del actual.

De este modo el mar ingresó en el cauce de los arroyos con más facilidad y con él también las criaturas marinas que vivían o morían cerca, tales como algunas aves, lobos marinos, cangrejos y ciertos moluscos, los cuales han dejado evidencias de su existencia en estos sitios. Es por ello, que en las proximidades de los arroyo, se observar a varios cientos de metros a su alrededor, grandes depresiones en el terreno, como testimonio geológico del devastador ingreso del mar al continente.

Próximamente contaremos en forma más detallada las distintas transgresiones marinas sobre el continente en tiempos pasados y sus evidencias fósiles que lo afirman.


miércoles, 6 de mayo de 2020

Sala Histórica. Desde las primeras exploraciones en Miramar hasta la creación de este Museo.





En la Sala I Histórica, el visitante puede verificar la importancia científica de Miramar desde fines del Siglo XIX. En esta zona grandes exploradores y pioneros en las ciencias biológicas han realizado descubrimientos de interés mundial, aun en uso en el ámbito académico, tanto para la paleontología como para la arqueología y ciencias afines. Por medio de paneles con imágenes en relieve, el visitante podrá observar como Miramar fue el centro mundial a nivel científico durante años. Finalizando con los hallazgos de la actualidad y la creación y fundación del Museo de Ciencias Naturales de Miramar.

Las primeras exploraciones científicas en Miramar.

Miramar y sus alrededores atrajeron la atención de varios de los más destacados naturalistas con que contó nuestro país en el siglo XIX y principios del siglo XX, especialmente por sus fósiles.

Los hermanos Florentino y Carlos Ameghino, Santiago Roth o más tardíamente Lucas Kraglievich estudiaron la riqueza paleontológica de la zona. Desde el Museo de La Plata y el actual Museo Argentino de Ciencias Naturales "Bernardino Rivadavia" -que ha tenido a lo largo de su historia distintas denominaciones- se realizaron numerosas campañas científicas, que con distinta frecuencia y envergadura continuaron hasta la actualidad.

Material científico enviado al Museo Nacional de Historia Natural.

Para el año 1926 se produjo el varamiento de una ballena fin Balaerioptera physalus) al norte de Miramar. El ejemplar fue documentado por José M. Dupuy (h) y Lorenzo Parodi.
El Museo Nacional de Historia Natural (hoy Museo Argentino de Ciencias Naturales "Bernardino Rivadavia) solicitó el esqueleto del mismo mediante una nota ,enviada a Dupuy por su entonces director Martín Doetto jurado (I884-1948), aunque por alguna razón esto no se concretó.

Tanto José María Dupuy como Lorenzo Parocli con frecuencia enviaron material de  interés científico descubierto o colectado en Miramar y sus alrededores (por ejemplo fósiles y esqueletos de delfines) al Museo Nacional de Historia Natural y recibieron en Miramar a naturalistas de esa institución v del Museo de La Plata.

La ballena azul de Miramar

En el mes de septiembre del año 1897, al sur de Miramar, se registró el varamiento de un ejemplar hembra de ballena azul (Balaenoptera musculus) de casi 3o metros de longitud. Fue estudiado por el naturalista Fernando Lahille (1861-1940), quién pensó que se trataba de una nueva especie, a la que denominó Balaenoptera miramaris. Su cráneo está actualmente exhibido en la sala de vertebrados acuáticos del Museo de La Plata.
En un panel de la sala se puede observar publicaciones graficas de la época (año 1898) sobre el ejemplar de ballena azul varado en Miramar.

Antecedentes de este Museo en Miramar.

A comienzos del siglo XX José María Dupuy (1881-1973), hijo del cofundador de Miramar, asumió como Subprefecto para ocuparse de la seguridad marítima y de los bañistas que llegaban por ese entonces a Miramar para pasar el verano.

Desde el año 1912 destinó su tiempo libre a la recolección de objetos de historia natural que exponía posteriormente en un local del edificio de Subprefectura, ubicado en la antigua rambla (hoy desaparecida) frente a la avenida Bartolomé Mitre. Se trató del "primer museo" para la localidad. Su amistad con el naturalista viajero Lorenzo Parodi (1857-1932) hizo que se contactara con las más importantes personalidades científicas de su época, de lo cual existe una interesante documentación en los archivos de este museo. El mismo Lorenzo Parodi poseía una "chacra-museo" en Miramar.

José María Dupuy dejó su cargo en el año 1930 y se trasladó a Quilmes llevándose su colección particular. Similar suerte corrió la colección de Lorenzo Parodi.
En 1977 se crea el Museo Municipal Punta Hermengo (Historia y Tradición – Ciencias Naturales).

En la década de 1970, un grupo de entusiastas aficionados impulsó la idea de "un museo" para Miramar, que se concretó en el año 1973. Sin embargo luego de un período de conflictos la mayor parte del material reunido se perdió.

Entre los años 1975 y 1976 la Municipalidad de General Alvarado y una Comisión presidida por et Dr. Juan Manuel Duclós Peña y Roxana Sciorilli-Borrelli, solicitaron a las autoridades provinciales unos edificios ubicados en el Vivero Dunícola "Florentino Ameghino" para inaugurar un nuevo museo, lo cual se concretó el 17 de agosto del año 1977. Se lo concibió con dos áreas, una histórica-tradicional y otra de ciencias naturales. El nombre "Punta Hermengo" se debe a un accidente geográfico ubicado sobre la costa, a unos pocos metros de la entrada al Vivero, y conocido desde el siglo XVIII.

En 2019 se crea y funda el Museo de Ciencias Naturales de Miramar.

El 22 de febrero del año 2019 se firma un convenio entre la Municipalidad de General Alvarado y la Fundación Azara que posibilitó la creación del Museo de Ciencias Naturales de Miramar "Punta Hermengo", sobre la base de las colecciones del área de ciencias naturales del antiguo museo municipal.

Concretándose así un viejo anhelo del personal del museo, sus colaboradores y la comunidad. Hoy el museo es un espacio dedicado a la investigación científica; a la conservación de colecciones paleontológicas, biológicas y arqueológicas; a la educación; y a la cultura.

Se fundó y abrió al público el día 20 de septiembre de 2019 (en el 131º aniversario de la ciudad), ante gran cantidad de público y principales científicos del país.


martes, 5 de mayo de 2020

El dientes de sable de Miramar en la prensa mundial.

Seguimos mostrando medios del mundo que promocionaron nuestros hallazgos en Miramar. En esta oportunidad la cadena NCCIberoamérica. “En la playa de Miramar (Argentina) se encontraron huellas del Smilodón o tigre dientes de sable” únicas en el mundo….


lunes, 4 de mayo de 2020

Impacto de un enorme asteroide entre Mar del Plata y Miramar.






Por Mariano Magnussen Saffer, Integrante del Museo Municipal Punta Hermengo de Miramar, Provincia de Buenos Aires, República Argentina. Publicado en Paleo - Revista Argentina de Paleontología. Ilustraciones de Daniel Boh. marianomagnussen@yahoo.com.ar

Un grupo de investigadores reveló recientemente que un gran Asteroide impacto contra la tierra, hace unos 3,3 millones de años, provocando un desequilibrio ambiental de proporciones catastróficas, logrando la extinción de numerosas plantas y animales que vivieron en el continente Sudamericano durante la Era Cenozoica, como las gigantescas aves corredoras o los marsupiales Dientes de Sable.

La presencia de rastros geológicos abona esta teoría, de rocas modificadas por altas temperatura “escorias” y la presencia de “vidrios” producidos por calentamiento y enfriamiento rápido de silicatos, parecen ser un indicio serio. En el año 1993, Peter Schultz de la Universidad Brown en Providence, fue el primero en atribuir este origen al material hallado en las costas del sur de la Provincia de Buenos Aires, en un radio comprendido de al menos 50 Km., que pocos meses después Theodore Brunch especialista en meteoritos y cráteres de la NASA, sostuvo que la hipótesis planteada de un impacto de un meteorito en Argentina es por lo más correcta, teniendo en cuenta la evidencia obtenida.

Según el estudio publicado en la prestigiosa revista científica Science presentada el día 11 de diciembre de 1998, sostiene las nuevas evidencias geológicas y paleobiologicas, que en un punto no precisado correctamente en la República Argentina, habría chocado un meteorito de tamaño considerable, situando el área de impacto entre las localidades de Mar del Plata y Miramar, ubicadas sobre la costa atlántica al sudeste de la Provincia de Buenos Aires de este país.


Al comentar el posible choque de una roca espacial y sus posibles consecuencias, no podemos dejar de recordar aquel hecho similar ocurrido a fines del periodo Cretácico, que tuvo como epicentro la península de Yucatán, en la costa de México y que provoco la extinción de los grandes Saurios, por entonces las formas de vida más exitosas y fabulosas de la evolución biológica.

De aquí salió una tesis similar que contestaría décadas de preguntas incesantes sobre ciertas características estratigráficas en Argentina en particular, y su asociación con la desaparición de algunos grandes vertebrados representativos de la Era Terciaria Sudamericana.

Si bien el meteorito que se estrelló en Argentina fue de proporciones menores al que extinguió a los dinosaurios, fue lo suficientemente fuerte para provocar una cicatriz a la superficie terrestre y a la historia natural del hemisferio sur.

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