Es otro de los paleoartistas que trabajaron por medio de la
Fundación Azara para el Museo de Ciencias Naturales de Miramar. En este caso,
mostraremos la reproducción del Gliptodonte Neosclerocalyptus, que se encuentra
en la sala número cinco de nuestro museo, dedicada a Xenarthros fósiles.
Los animales a escala fueron trabajados paulatinamente,
haciendo primero una estructura de hierro o alambre, agregándole el volumen o
forma con telgopor de alta densidad. Reposado sobre una base de
madera, empezando por la cabeza, por lo cual, tallo en el telgopor el cráneo a
escala del animal, y de ahí le da los detalles con masilla epoxi parcet.
Le agrega dicha cabeza, y recubre el resto del cuerpo con
más masilla, sin olvidar de modelar pelos y músculos con herramientas de
odontología. Luego se concentra en manos, patas y garras. Una vez
seco le da una base con pintura acrílica, preferentemente colores oscuros y lo
fue aclarándolo con colores más claros con el aerógrafo.
A cada una de las figuras le hizo una forma única de base
que lo personalizo, con un suelo y algunos arbustos etc.
Que es un Neosclerocalyptus? Fue la más pequeña de todas las
especies de los Glyptodontes que habitaron en América del Sur. Tenía un
caparazón alargado y bajo, con placas fáciles de identificar por el predominio
en su diseño de la figura central sobre las periféricas. Su cabeza estaba
protegida por un escudete óseo y su cola recubierta por cuatro anillos móviles
y un tuvo largo y cilíndrico, capas de ser usado como arma. Su alimentación
estaba formada por vegetación baja de la llanura pampeana. Su peso fue de unos
250 a 300 kilogramos.