lunes, 11 de mayo de 2020

Reconstruyendo un esqueleto a partir de un puñado de restos.





Siguiendo con las publicaciones, para reconocer los trabajos de paleoarte, en esta ocasión mostraremos el esqueleto de Thylacosmilus, siendo el Museo de Ciencias naturales de Miramar, el segundo institución del mundo que exhibe una recreación de cómo sería el esqueleto de este animal, del cual solo se lo conoce por unos pocos restos.

El Thylacosmilus, es el marsupial dientes de sable (anterior y sin parentesco con el Smilodon o tigre dientes de sable), su parecidos se debe a un  fenómeno biogeográfico, llamado convergencia adaptativa o evolución paralela. Es cuando dos especies o más evolucionan y se adaptan al medio más allá del tiempo geológico, ubicación geográfica entre otras, logrando un gran parecido entre ellos.

En 2013, Mariano Magnussen, que se desempeñaba en el anterior Museo Municipal y en la actualidad en el Laboratorio Paleontológico del Museo De Ciencias Naturales de Miramar, trabajo en preparar  y completar todo el esqueleto de este animal, a partir de un cráneo parcial ya conocido en el ambiente científico.

La idea surgió a partir de un espacio libre en el  anterior museo. Primero se pensaba hacer con un esqueleto de Typotherium, del cual se conoce mucho de este animal y en el museo tenemos varios restos, pero creíamos que iba ser poco llamativo, ya que se parecería a una oveja (aunque está muy lejos de serla), y ahí apareció la idea de hacer el marsupial dientes de sable.

Si bien no se conoce casi nada del esqueleto de este animal, se lo comparo con otros marsupiales fósiles, extintos y vivientes para tener cierta orientación.  Se hicieron moldes de reestructuras óseas y luego se le dio forma final. Se trabajó hueso por hueso en cada detalle y se mejoró el cráneo dándole la apariencia real.

Luego, se lo coloco en una estructura preparada para simular los sitios locales donde por lo general se los encuentra naturalmente. La forma quedo adaptada al espacio de la vitrina anterior donde estaba exhibido. Creemos que se logró el objetivo y fue ampliamente muy bien recibido en la comunidad científica nacional y extranjera. 

Tanto fue así que durante 2014 se lo presento en las Jornadas Argentinas de Paleontológica de Vertebrados,  llevadas a cabo en Neuquén, y luego hasta 2015 el Museo de Ciencias Naturales de la Fundación Argentavis lo utilizo educativamente en varios sitios.

Posteriormente volvió al museo municipal  y fue elogiado por los integrantes de la Fundación Azara para ser presentado en la nueva institución inaugurada el 20 de septiembre de 2019, en la cual, este material recibió buenas críticas por los científicos que asistieron al evento. Unos meses antes, el Smithsonian Institute, lo utilizo en un nuevo libro de divulgación científica, para ilustrar el proceso de fosilización.

Fue el primer trabajo de paleoarte par Mariano Magnussen. Un trabajo realizado a bajo costo por falta de recursos, con un sorprendente trabajo. La ilustración que acompaña esta nota fue obtenida de internet sin especificar autor.