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miércoles, 13 de diciembre de 2023

Nuevos restos de un marsupial dientes de sable en Miramar.




Casi todos conocemos al famoso tigre dientes de sable (Smilodon). Pero mucho antes de la presencia de este gran depredador en Sudamérica, durante el Plioceno, existió un “marsupial dientes de sable”, producto de la convergencia adaptativa de estos mamíferos que evolucionaron aislados geográficamente, como en el tiempo.  

Del 22 al 24 de noviembre último, se presentó preliminarmente un estudio en la “Reunión de Comunicaciones de la Asociación Paleontológica Argentina” en General Roca, nuevos restos fósiles desconocidos del esqueleto de un Thylacosmilidae. Esta familia, se conoce muy poco de su esqueleto. Los fósiles novedosos de este grupo de extintos depredadores sudamericanos fueron encontrados en mayo de 2014 y recuperados en febrero de 2016 en Miramar (prov Bs As), están en estudio y serán dados a conocer en breve. 

El material corresponde a la colección paleontológica del Museo de Ciencias Naturales de Miramar. En el estudio participaron Eric del Campo, Nicolás Chimento, Federico Agnolin, Daniel Boh, Mariano Magnussen y Francisco de Cianni, que representan a distintas instituciones, como la Fundación Azara, Conicet, Laboratorio de Anatomía Compara y Evolución de los Vertebrados, Museo Argentino de Ciencias Naturales de Buenos Aires y Museo de Ciencias Naturales de Miramar. Los fósiles en estudio, indicarían ser uno de los últimos Sparassodontes conocidos.

Los thylacosmilidae, llevaban unos largos y afilados colmillos proyectados hacia abajo y adentro de unos 15 centímetros y su tamaño corporal era como la de un puma viviente. A diferencia del "Smilodon", el Thylacosmilus no tenía incisivos y tenía una vaina protectora para los caninos, los cuales crecían permanentemente como los dientes de un roedor. 

Es muy posible que sus víctimas fueran los grandes mamíferos notoungulados, los cuales mataban con una simple mordida en el cuello. Sus caninos habrán infligido a sus presas heridas profundas, logrando que el enorme animal muera desangrado segundos después del terrible ataque. En Sudamérica se han hallado muy pocos restos. Se conocen restos procedentes de Entre Ríos, Córdoba y Catamarca, como así también, el cráneo más completo, procede del Plioceno de la localidad bonaerense de Chapadmalal, y restos de un interesante esqueleto del Plioceno de Miramar.  

Su extinción está asociada a los importantes cambios ambientales que sucedieron al final del Plioceno y a la ausencia de las grandes presas que este asechaba. Thylacosmilus atrox, tuvo una masa corporal entre 90-140 kilogramos. Genero Relacionado: Thylacosmilus lensis y Achlysictis lelongi.

Reconstrucciones artísticas. Extracción de restos de Thylacosmilidae en Miramar. Esqueleto recreado educativamente partir de restos conocidos de Thylacosmilus en el Museo de Miramar.

martes, 26 de mayo de 2020

Conozcamos la escultura del marsupial Thylacosmilus.



El Museo de Ciencias Naturales tiene miles de historias por contar. Hoy hablaremos del marsupial dientes de sable, conocido científicamente como Thylacosmilus atrox, del Terciario bonaerense.

La Fundación Azara le encargo a la paleoartista  Alejandra Gabriela Monteverde varios trabajos para nuestro museo, inaugurado el 20 de septiembre de 2019. Ya vimos anteriormente el ave del terror, pero las otras las veremos más adelante.

Este marsupial extinto realizado en escala natural, posee una estructura metálica que le confiere resistencia, los volúmenes también los trabajo con poliestireno expandido (telgopor) y poliuretano, las cubrió con enduido y cola vinílica  luego  lo texturo como si fueran pelos. También se utilizó masilla epoxi artesano y algunas partes con porcelana fría. Los ojos son de cristal,  y  finalmente se le aplico pinturas resistentes. Una verdadera atracción, que el público al ingresar al Museo miramarense, se la encuentra de frente, junto al ave de terror. Una curiosidad de esta escultura, son las dos crías que asoman del marsupio.

El Thylacosmilus atrox o “marsupial dientes de sable”., fueron marsupiales se caracterizan por su forma de reproducción, ya que las hembras dan a luz a pequeños embriones que terminan su desarrollo dentro de una bolsa externa con mamas, como los canguros de Australia y las zarigüeyas Sudamericanas. Tenían largos colmillos que recuerdan al famoso tigre dientes de sable (smilodon) pero sin parentesco.

Te invitamos a conocerla en el Museo de Ciencias Naturales de Miramar. Mas info www.museodemiramar.com.ar

lunes, 11 de mayo de 2020

Reconstruyendo un esqueleto a partir de un puñado de restos.





Siguiendo con las publicaciones, para reconocer los trabajos de paleoarte, en esta ocasión mostraremos el esqueleto de Thylacosmilus, siendo el Museo de Ciencias naturales de Miramar, el segundo institución del mundo que exhibe una recreación de cómo sería el esqueleto de este animal, del cual solo se lo conoce por unos pocos restos.

El Thylacosmilus, es el marsupial dientes de sable (anterior y sin parentesco con el Smilodon o tigre dientes de sable), su parecidos se debe a un  fenómeno biogeográfico, llamado convergencia adaptativa o evolución paralela. Es cuando dos especies o más evolucionan y se adaptan al medio más allá del tiempo geológico, ubicación geográfica entre otras, logrando un gran parecido entre ellos.

En 2013, Mariano Magnussen, que se desempeñaba en el anterior Museo Municipal y en la actualidad en el Laboratorio Paleontológico del Museo De Ciencias Naturales de Miramar, trabajo en preparar  y completar todo el esqueleto de este animal, a partir de un cráneo parcial ya conocido en el ambiente científico.

La idea surgió a partir de un espacio libre en el  anterior museo. Primero se pensaba hacer con un esqueleto de Typotherium, del cual se conoce mucho de este animal y en el museo tenemos varios restos, pero creíamos que iba ser poco llamativo, ya que se parecería a una oveja (aunque está muy lejos de serla), y ahí apareció la idea de hacer el marsupial dientes de sable.

Si bien no se conoce casi nada del esqueleto de este animal, se lo comparo con otros marsupiales fósiles, extintos y vivientes para tener cierta orientación.  Se hicieron moldes de reestructuras óseas y luego se le dio forma final. Se trabajó hueso por hueso en cada detalle y se mejoró el cráneo dándole la apariencia real.

Luego, se lo coloco en una estructura preparada para simular los sitios locales donde por lo general se los encuentra naturalmente. La forma quedo adaptada al espacio de la vitrina anterior donde estaba exhibido. Creemos que se logró el objetivo y fue ampliamente muy bien recibido en la comunidad científica nacional y extranjera. 

Tanto fue así que durante 2014 se lo presento en las Jornadas Argentinas de Paleontológica de Vertebrados,  llevadas a cabo en Neuquén, y luego hasta 2015 el Museo de Ciencias Naturales de la Fundación Argentavis lo utilizo educativamente en varios sitios.

Posteriormente volvió al museo municipal  y fue elogiado por los integrantes de la Fundación Azara para ser presentado en la nueva institución inaugurada el 20 de septiembre de 2019, en la cual, este material recibió buenas críticas por los científicos que asistieron al evento. Unos meses antes, el Smithsonian Institute, lo utilizo en un nuevo libro de divulgación científica, para ilustrar el proceso de fosilización.

Fue el primer trabajo de paleoarte par Mariano Magnussen. Un trabajo realizado a bajo costo por falta de recursos, con un sorprendente trabajo. La ilustración que acompaña esta nota fue obtenida de internet sin especificar autor.


sábado, 2 de mayo de 2020

Material del Museo de Ciencias Naturales de Miramar en un libro del Smithsonian Institute.




Científicos e ilustradores le dieron vida a este libro, que explica cómo era la biodiversidad del pasado, y en él se utilizó una pieza de gran valor educativo del Museo de Ciencias Naturales de Miramar.

El libro Hace tiempo intenta responder, como en toda gran historia, el cómo, cuándo y quiénes participaron en nuestra historia biológica de Sudamérica. Los expertos, acompañados de ilustraciones, cuentan cómo se ha dado la evolución y la extinción de las especies, y cómo el clima, la geografía y la genética influyeron en eso.

El Instituto Smithsoniano de Investigaciones Tropicales o STRI es un centro de investigaciones administrado por el Instituto Smithsoniano y emplazado en Panamá, cuyo centro es la única dependencia de dicha institución ubicada fuera de los Estados Unidos y se dedica al estudio de la diversidad biológica de los trópicos, entre varios puntos, ilustra y detalla un organismo en proceso de fosilización.

Para ello, y como fiel ejemplo, no solo por el impacto visual, sino por el educativo y creatividad científica, utilizo el esqueleto de Thylacosmilus atrox exhibido en el Museo de Ciencias Naturales de Miramar (el tercer esqueleto exhibido en el mundo de esta especie), para explicar en forma gráfica y texto el proceso de muerte de una animal prehistórico, y cuáles son los procesos de fosilización para que llegue hasta nuestros días es estado “fósil”.

La misión del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales es ampliar y divulgar los conocimientos sobre el pasado, presente y futuro de los ecosistemas tropicales y su relevancia para el bienestar humano. El libro fue editado por el Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt, Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales.

Como se hace en muchos casos, se reconstruyo el esqueleto de este raro “marsupial dientes de sable”, conocido científicamente como Thylacosmilus atrox, a partir de un puñado de restos fósiles conocidos, principalmente fragmentos de cráneo y mandíbula. 

Para ello, Mariano Magnussen Saffer, que desempeña tareas biológicas y paleontológicas en el museo miramarense, logro recrear el extraño animal extinto hace tres millones de años, a partir del conocimiento que se obtienen de otros organismos similares. La tarea se realizó en 2013 y fue exhibido en el museo local en 2015, luego de una gira educativa y científica que recorrió varios puntos de Argentina.

Magnussen comento; “ es la misma técnica que utilizamos para recrear grandes dinosaurios, a partir de un diente aislado, una pata, un cráneo o medio esqueleto. Al conocer la anatomía de organismos similares o de la misma familia, nos permite acercarnos al aspecto real, mientras esperamos que en un futuro nuevos hallazgos nos acerquen a un conocimiento más fidedigno del mismo”, enfatizo.