Casi todos conocemos al famoso tigre dientes de sable (Smilodon). Pero mucho antes de la presencia de este gran depredador en Sudamérica, durante el Plioceno, existió un “marsupial dientes de sable”, producto de la convergencia adaptativa de estos mamíferos que evolucionaron aislados geográficamente, como en el tiempo.
Del 22 al 24 de noviembre último, se presentó preliminarmente un estudio en la “Reunión de Comunicaciones de la Asociación Paleontológica Argentina” en General Roca, nuevos restos fósiles desconocidos del esqueleto de un Thylacosmilidae. Esta familia, se conoce muy poco de su esqueleto. Los fósiles novedosos de este grupo de extintos depredadores sudamericanos fueron encontrados en mayo de 2014 y recuperados en febrero de 2016 en Miramar (prov Bs As), están en estudio y serán dados a conocer en breve.
El material corresponde a la colección paleontológica del Museo de Ciencias Naturales de Miramar. En el estudio participaron Eric del Campo, Nicolás Chimento, Federico Agnolin, Daniel Boh, Mariano Magnussen y Francisco de Cianni, que representan a distintas instituciones, como la Fundación Azara, Conicet, Laboratorio de Anatomía Compara y Evolución de los Vertebrados, Museo Argentino de Ciencias Naturales de Buenos Aires y Museo de Ciencias Naturales de Miramar. Los fósiles en estudio, indicarían ser uno de los últimos Sparassodontes conocidos.
Los thylacosmilidae, llevaban unos largos y afilados colmillos proyectados hacia abajo y adentro de unos 15 centímetros y su tamaño corporal era como la de un puma viviente. A diferencia del "Smilodon", el Thylacosmilus no tenía incisivos y tenía una vaina protectora para los caninos, los cuales crecían permanentemente como los dientes de un roedor.
Es muy posible que sus víctimas fueran los grandes mamíferos notoungulados, los cuales mataban con una simple mordida en el cuello. Sus caninos habrán infligido a sus presas heridas profundas, logrando que el enorme animal muera desangrado segundos después del terrible ataque. En Sudamérica se han hallado muy pocos restos. Se conocen restos procedentes de Entre Ríos, Córdoba y Catamarca, como así también, el cráneo más completo, procede del Plioceno de la localidad bonaerense de Chapadmalal, y restos de un interesante esqueleto del Plioceno de Miramar.
Su extinción
está asociada a los importantes cambios ambientales que sucedieron al final del
Plioceno y a la ausencia de las grandes presas que este asechaba. Thylacosmilus atrox, tuvo una masa
corporal entre 90-140 kilogramos. Genero Relacionado: Thylacosmilus lensis
y Achlysictis lelongi.
Reconstrucciones
artísticas. Extracción de restos de Thylacosmilidae en Miramar. Esqueleto
recreado educativamente partir de restos conocidos de Thylacosmilus en el Museo
de Miramar.