jueves, 30 de abril de 2020

Ceratophrys ameghinorum, un anuro del Plioceno.



Los escuerzos del género Ceratophrys conforman un peculiar grupo de anuros neotropicales caracterizados por su notable robustez corporal y una cabeza desproporcionadamente grande. En nuestra zona, hemos encontrado varias muestras en el Plioceno, hace unos 3,5 millo0nes de años, cuyas muestras están depositadas en el Museo de Ciencias Naturales de Miramar.  

Tenía una cabeza ancha e hidrodinámica como la de un animal nadador y cubierta por ásperas molduras óseas. Sus mandíbulas eran anchas y semi-circular provistas de una hilera de pequeños dientecillos aserrados, portando 8 dientes premaxilares y de 30 a 40 dientes maxilares, mientras que la mandíbula inferior carecía de estos, pero poseía un borde muy afilado.

Excavaban cuevas en el suelo utilizando unos tubérculos córneos de bordes afilados que poseen en las patas posteriores. Es probable que este raro animal se moviera torpemente en tierra firme, pero en el agua se movía rápidamente y con astucia para capturar pequeñas aves, mamíferos, insectos, peces e incluso miembros juveniles de su misma especie.

El registro fósil de estos vertebrados es muy escaso. Recientemente se realizaron interesantes hallazgos al norte de la ciudad de Miramar, tratándose de un cráneo muy completo, e incluso, en una crotovina (cueva) junto a otros vertebrados del Plioceno superior, hace unos 3 millones de años. Posteriormente se recuperó otro material en sedimentos del Pleistoceno, hace 200 mil años antes del presente.