En el Museo de Ciencias Naturales de Miramar, se preservan varios restos aislados de este lagarto con representantes en la actualidad. En la sala destinada a la exhibición del Plioceno, se expone parte de un cráneo encontrado en 1995 por Nicolás A. Ippolito, vecino y eventual colaborador de nuestra institución.
Es el lagarto de mayor tamaño de la familia Teiidae,
registrado desde el Mioceno temprano de Patagonia y con una continua
presencia en Argentina durante todo el Mioceno y hasta el Holoceno. Los
reptiles escamosos (Squamata) son el segundo grupo más numeroso de vertebrados
terrestres con más de 8200 spp, superados únicamente por las aves. Sin embargo,
y a pesar de su presente abundancia y diversidad, han sido relegados en la
literatura paleontológica por distintas razones.
Su registro paleontológico en sedimentos pampeano
corresponde desde el Mioceno tardío hasta el Holoceno temprano, pero su
verdadera abundancia corresponde al final del Plioceno. Se caracteriza por la
diferenciación de sus dientes. Éstos se especializan en incisivos, dientes con
forma de canino y otros aplanados semejantes a molares.
Llego a superar más de un metro, aunque la cola representa
más de la mitad de la longitud de su cuerpo. Los machos tienen la cabeza más
ancha por el desarrollo de sus músculos mandibulares. Su alimentación consistía
en la caza de anfibios, gusanos y reptiles; también mamíferos de tamaño
reducido, como los cricetidos y algunos marsupiales.
Sus restos ocasionalmente aparecen articulados dentro de
antiguas madrigueras realizadas por Tupinambis, o bien, excavadas por otros
vertebrados y luego invadidas por este.
Ilustración del cráneo realizada por Laura Montserrat – Art-. Recreación tomada de sciencephto.com
Mas info en http://www.museodemiramar.com.ar/museodemiramar/naturales/paleontologia.htm