Identifican
los primeros restos fósiles bonaerenses de un Tiburón blanco prehistórico de
unos 10 mil años antes del presente. Fueron hallados casualmente por dos
vecinos de la ciudad balnearia.
El tiburón blanco
es la especie de pez más afamada por ser uno de los depredadores marinos con
una contextura imponente y contar con un prontuario extenso de ataques a seres
humanos. Sin dudas es una de las especies más grandes de tiburones, alcanzando
los 6 metros de longitud.
Un peculiar y
casual hallazgo paleontológico realizado por dos vecinos en la ciudad balnearia
de Miramar, demuestra la presencia de este curioso depredador marino a partir
de fósiles identificados recientemente. Los fósiles tendrían una antigüedad cercana
a los 10 mil años.
El tiburón blanco,
es una especie rara vez registrada en el mar argentino. Hace unos días fue
identificado en el registro paleontológico de la ciudad de Miramar, a partir de
dos dientes depositados en las colecciones científicas del Museo de Ciencias
Naturales de esa ciudad, ubicada a unos 450 kilómetros de Buenos Aires.
Hace unos
años, dos vecinos de la localidad los encontraron mientras juntaban caracoles en la playa. En ocasiones aparecen
fósiles desplazados o rodados en nuestra costa, pero estos restos marcaron la
diferencia. “De forma separada en distancia y tiempo, se recuperaron los
dientes que muestran un importante proceso de fosilización. Los materiales en cuestión
fueron llevados al Museo Municipal de Miramar, y quedaron guardados en un cajón
durante unos años” comento Daniel Boh, titular del museo local.
El primer
diente, fue encontrado por José Puente en las playas ubicadas en el bosque del
vivero dunicola, y el segundo, fue descubierto por Miguel Babarro y procede de
la localidad vecina de Mar del Sud, distante a unos 15 kilómetros al sur de
Miramar.
Pasaron
varios años, hasta que Mariano Magnussen del Laboratorio Paleontológico del nuevo
museo miramarense, noto la importancia del hallazgo mientras revisaba cientos de
fósiles depositados en las colecciones. Junto a Federico Agnolin (Museo
Argentino de Ciencias Naturales, Conicet, Fundación Azara y Universidad
Maimonides) realizaron las primeras observaciones sobre los mismos, y
desarrollaron algunas hipótesis sobre su origen, ya que en varios sectores de
las playas locales suelen aparecer restos fósiles de ballenas, caracoles y
erizos que estarían vinculados con los ambientes donde vivian estos tiburones
prehistóricos.
Posteriormente,
Sergio Bogan (Fundación Azara y Universidad Maimonides) consulto la colección fósiles
de esta institución y observo estos dientes, identificándolos de inmediato como
los de un Carcharodon carcharias, popularmente conocido como tiburón
blanco. “Si bien presentan erosión se trata de dos excelentes piezas fósiles,
uno de ellos de la mandíbula superior y el otro de la inferior”, sostuvo Sergio
Bogan, y agrego “Se trata de los primeros restos fósiles de esta especie
descubiertos en este sector de la costa bonarense”, “El tiburón blanco en la
actualidad es sumamente inusual en nuestras costas … y este hallazgo refuerza
el modelo paleontológico previamente propuesto, donde la especie era mucho más
abundante en el pasado reciente de nuestro mar”.
Al ser
consultado, Mariano Magnussen enfatizo que; “Miramar es uno de los pocos
lugares del mundo, donde tenemos registros paleontológicos, arqueológicos e
incluso históricos de la presencia del Carcharodon carcharias”.
Hace unos
años, un equipo de arqueólogos del Museo de La Plata, recuperaron dientes de esta
especie con una antigüedad de 3 mil años en el sitio Nutria Mansa. Estos
materiales fueron utilizados como pendientes y utensilios de corte por los
pueblos indígenas que vivieron en el lugar. Además en 1954, justamente en los
balnearios céntricos de Miramar, un tiburón blanco ataco a un joven nadador,
siendo este el único registro de ataque de tiburón en Argentina hasta este
momento.
Es de
destacar la participación y debida conciencia de ambos vecinos en acercarse al
museo y dejar las muestras a disposición de la ciencia. Todos los fósiles y
yacimientos están protegidos por la ley 25.743/03 y por la ordenanza municipal
248/88 donde el estado provincial (atravez del Centro de Registro del
Patrimonio Arqueológico y Paleontológico) tiene jurisdicción ante estos temas
de recuperación de fósiles. Los fósiles son patrimonio de todos, y resultan materia
de fascinación para los visitantes de los Museos y una fuente de constante de
información para conocer el pasado de nuestra región. Es sumamente importante
preservarlos entre todos.
Mas info en www.museodemiramar.com.ar