Es otro de los paleoartistas que trabajaron por medio de la
Fundación Azara para el Museo de Ciencias Naturales de Miramar. En este caso,
mostraremos la reproducción del Toxodonte junto a su cría, que se encuentra en
la sala número tres de nuestro museo, dedicada a ungulados sudamericanos
fósiles.
Los animales a escala fueron trabajados paulatinamente,
haciendo primero una estructura de hierro o alambre, agregándole el volumen o
forma con telgopor de alta densidad. Reposado sobre una base de
madera, empezando por la cabeza, por lo cual, tallo en el telgopor el cráneo a
escala del animal, y de ahí le da los detalles con masilla epoxi parcet.
Le agrega dicha cabeza, y recubre el resto del cuerpo con
más masilla, sin olvidar de modelar pelos y músculos con herramientas de
odontología. Luego se concentra en manos, patas y garras. Una vez seco le
da una base con pintura acrílica, preferentemente colores oscuros y lo fue
aclarándolo con colores más claros con el aerógrafo.
A cada una de las figuras le hizo una forma única de base
que lo personalizo, con un suelo y algunos arbustos etc.
Como era el Toxodon? El aislamiento geográfico de América
del sur, permitió el desarrollo gradual de mamíferos muy extraños, los
cuales se diversificaron ocupando distintos ambientes. El Toxodon llego
a medir unos 3 metros de largo y una masa estimada de una tonelada. El cráneo
de este animal tiene un tamaño de 70 centímetros y sus mandíbulas provista
de incisivos de crecimiento continuo, cuyos esmaltes se representan en
fajas longitudinales.
Se asemejan a los actuales hipopótamos y rinocerontes,
pero sin parentesco alguno, es otro ejemplo de evolución paralela o
convergencia adaptativa, es decir, cuando dos especies totalmente aislados
comparten nichos ecológicos similares, desarrollando algunos rasgos
morfológicos notablemente parecidos. Su hábitat estaba conformado por llanuras
abiertas y frondosos pantanos, alimentándose principalmente de vegetales,
los cuales, podían ser extraídos con sus mandíbulas en forma de
"pala".