miércoles, 11 de noviembre de 2020

Nos visitó un extraño lagarto con forma de serpiente.

 



En el medio día de ayer, Martes 10 de Noviembre,  nos visitó en la rampa de ingreso al Museo de Ciencias Naturales de Miramar, un extraño lagarto con forma de serpiente, el cual liberamos minutos después en una zona segura (para el lagarto) luego de algunas fotografías de registro.  Es una especie muy común en nuestra zona, inofensiva, de la cual, hay registros paleontológicos en la región.

El lagarto o  falsa viborita de cristal (Ophiodes vertebralis) es una especie de lagarto, con un curioso ejemplo de convergencia adaptativa con las serpientes, pero sin serlo, y que posee el vestigio de pequeñas patas traseras. Este saurio ápodo habita en el centro-este del Cono Sur de América del Sur, y normalmente se lo confunde con una serpiente.

son una familia de reptiles lacertilios caracterizados por la atrofia de las patas, a pesar de que no están directamente emparentados con las serpientes ni las anfisbenas.

Ophiodes vertebralis se distribuye en el estado de Río Grande del Sur en el sur de Brasil, Uruguay y el centro de la Argentina, desde Santiago del Estero hasta el sur de la provincia de Buenos Aires.

No obstante, al no poseer patas, logran desplazarse rápidamente entre la vegetación herbácea donde viven: pastizales abiertos, mayormente próximos a ambientes acuáticos, en lomas asoleadas cubiertas de pasto corto, médanos fijados con pastizales ralos, en sierras, en biotopos rocosos, entre o bajo piedras o troncos apoyadas en tierra.

Es un saurio diurno y de dieta insectívora, alimentándose de insectos y arañas. Es predado por el zorro gris, lechucitas de las vizcacheras, caranchos, chimangos, etc. No es peligroso para el hombre, aunque si es capturado intenta morder los dedos para liberarse.

Ophiodes vertebralis es un lagarto pequeño, con un cuerpo fusiforme de 20 a 35 centímetros. Este saurio no cuenta con patas delanteras, mientras que las traseras están reducidas a aletas. Si bien esta especie por su apariencia externa suele ser confundida con un ofidio, se diferencia de estos últimos porque tiene la capacidad de desprender la cola.