Esta huella prehistórica fue dejada por un mamífero
artiodáctilo, y corresponde a un conjunto de 300 huellas halladas en Miramar en
2016. Lo raro de esta huella (que no se ve muy bien por la sombra), es que este
animal, piso una rama que quedo momificada. Muy rara vez se encuentran vegetales
preservados.
Por dataciones realizadas anteriormente, estos vegetales
tienen unos 6000 años de antigüedad, por lo que intuimos que las huellas
también son igualmente antiguas. Estas icnitas, como se las llama
paleontológicamente, quedaron impresas en el sedimento de una antigua laguna o
zona de inundación. Si observan bien, en el sedimento hay caracoles de agua
dulce (de color blanco, y en gran concentración) atribuibles a los géneros
Biomphalaria y Littoridina, habituales en esos ambientes.
Estas huellas, fueron halladas en un reconocido balneario, y
gran parte del año, se encuentran debajo de la arena. Aun es una zona en
estudio por partel del Museo de Ciencias Naturales de Miramar, Fundación Azara
y Conicet.