Un aporte realizado en febrero y que se nos pasó publicarlo.
Las polémicas teorías de Florentino Ameghino sobre el origen de los seres humanos.
Muchas gracias al vecino y amigo Ernesto Martínez por esta contribución al
Museo de Ciencias Naturales de Miramar.
El sabio argentino Florentino Ameghino, en su
obra "La antigüedad del hombre en el Plata" (1880), afirma
que los inicios de la raza humana se produjo en las pampas argentinas.
Para su época los descubrimientos hechos o inspirados
por Ameghino fueron sensacionales y revolucionarios. Según él, América
habría sido el centro de evolución de todos los mamíferos; y ciertos
antecesores del hombre que, en las planicies desprovistas de vegetación arborescente
de la Argentina, "se vieron obligados a levantarse sobre sus miembros
posteriores para explorar el horizonte", habrían dado nacimiento al
verdadero precursor del hombre, es decir, al primer ser adaptado a la posición
erecta, que llamó Tetraprothomo; y de este habrían nacido por evolución
progresiva el Triprothomo, el Diprothomo y finalmente
el Prothomo, antecesor inmediato del hombre actual.
Como señalamos en algunas publicaciones anteriores,
Florentino Ameghino también baso
algunas de sus teorías en los hallazgos que se habían realizado en esta zona.
Florentino escribió: "Nuestros principal
propósito es probar que durante la época en que vivían en las pampas argentinas
esos gigantes de la creación, que han sido denominados Megaterios, Gravígrados,
o Tardígrados; El Toxodonte, que participaba a la vez de la conformación del
rinoceronte, el elefante, el hipopótamo y los roedores, y que se distinguía de
todos ellos por caracteres que no tienen analogía con la de ningún otro
mamífero: la Macrauquenia, que reunía los caracteres de los solípedos, los
camélidos y los rumiantes; el Tipoterio que no entra en ninguno de los
mamíferos conocidos; y los extraordinarios animales llamados Gliptodontes, que
estaban cubiertos por corazas óseas que alcanzaban a tener hasta dos pulgadas
de espesor; que durante la época en que las pampas argentinas eran habitadas
por terribles carniceros que tenían colmillos de más de diez pulgadas de largo,
corvo, como una hoz, afilados como puñales y dentellados como una sierra, cual
si hubiesen estado destinados a hendir, rajar, y aserrar las corazas óseas de
que estaban cubiertas una gran parte de las especies animales que les fueron
coetáneas, y por elefantes de formas macizas, provistos de defensas de más de
dos metros de largo; que durante la época en que prosperaba esa fauna singular,
únicamente propia de las pampas argentinas, el hombre también poblaba estas
comarcas, y más de una vez vio, contempló y admiró las macizas formas de los
extraordinarios seres que los rodeaban por todas partes."
Más información en www.museodemiramar.com.ar.